El estudio sobre el futuro de Internet (The Future of the Internet I), elaborado por Pew Internet & American Life Project, en su edición de 2004, realizada en el otoño de ese año, con 1.286 personas, aportó interesantes conclusiones pero me centraré en una especialmente, ya que está relacionada con la familia, y presumiblemente con su comportamiento como usuarios de servicios, compradores, clientes en definitiva.
En 2004 la mayoría de los encuestados, 56%, estaban muy de acuedo con la siguiente afirmación: By 2014, as telework and home-schooling expand, the boundaries between work and leisure will diminish significantly. This will sharply alter everyday family dynamics.
Hoy en día, a finales de 2008 y solo cuatro años después, la predicción de Gary Bachula -Internet2, en relación con la cuestión anterior: «In the future, it will be possible for people to do their work from home, from the beach, from the back yard – and it will be theoretically possible to enhance home and family that way. Again, it’s not the technology that will decide this; it is our institutions and their rules», ya se ha convertido en realidad.
Podemos trabajar desde cualquier lugar en que nos encontremos, los dispositivos están preparados para permitirlo, la red facilita el contacto entre personas, y como dice Bachula, no solo la tecnología lo hace posible, es sobre todo las instituciones y sus normas.
¿Cómo afecta todo esto a la forma en que los clientes quieren ser tratados?.