Con la imagen de arriba, que habréis visto seguro estos días en correos electrónico enviados por amigos en plan viral, me he hecho una reflexión sobre el efecto contagio que tiene la forma de ser y comportarse de las empresas de un país, hacia el comportamiento del país en general y en el contexto internacional en particular.
Es descorazonador pensar que la única salida de una empresa que es expropiada por un país bananero, en lo que a rigor y legalidad internacional se refiere, es recurrir al último recurso que muestra la imagen anterior, pero esa es la sensación que nos queda a los ciudadanos de este país llamado España.
Por cierto, ¿donde está la tan renombrada Unión Europea?. Ni está ni se la espera.
Hace cuatro meses o más que Repsol intuye que esto iba a ocurrir, el gobierno español también lo conocía; los movimientos de la «presidenta» populista de ese país lo estaban dejando claro: China, USA, etc… Y al final solo nos queda «que Rajoy secuestre a Messi». Penoso. Deberíamos hacer que nos lo viera el médico. Invertimos más que USA en Argentina, con solo 20 empresas frente a las 500 norteamericanas, cuyo país es el segundo inversor allí, y el único recurso es el de la viñeta.
Apuesto que en unos meses las petroleras Chinas y USA empiezan a explotar los nuevos yacimientos del sur de Argentina descubiertos por Repsol. Nos han ganado por la mano, espero que no por ser tacaños y negociar a la baja.
Si es así es posible que la poca imaginación, capacidad de innovación, de apoyo al emprendimiento y todo lo que esta larga crisis está poniendo de manifiesto sea el principal mal nacional, y eso solo se cura trabajando y dejando el populismo y la llamada a los valores patrios de lado. Nos están demostrando que no tenemos capacidad de reacción, esa es la realidad. ¿Donde ha quedado la picaresca y la capacidad de improvisar española?. Murió hace tiempo víctima de la indolencia y los mercados.