
Después de un mes de desconexión, España se desconecta de la realidad durante 30 días desde hace tiempo, llega el momento de reincorporarse, lentamente eso si, al día a día y encontrarse con la realidad que habíamos aparcado en julio. La verdad es que ese despertar somnoliento a la realidad tiene algunas ventajas, pero muchos inconvenientes. Me explico.
Mientras la mayoría va despertando, es un buen momento para aprovechar la laxitud de los demás y arrancar con ventaja proyectos nuevos, sería algo así como dice Tsun Zu en «El arte de la Guerra»:
Ataca al enemigo cuando no está preparado, y aparece cuando no te espera. Estas son las claves de la victoria para el estratega.
Aprovechar la oportunidad del momento está en la esencia del emprendimiento, y aun cuando supone una ventaja dentro de nuestro propio entorno español, para los que estamos alerta y preparando nuevos retos, lo cierto es que ha estado a punto de costarnos la ruina durante el mes de agosto por la actividad casi cero, que casualidad a España e Italia. La desconexión total de un país en condiciones normales no es apropiada si quiere competir, pero en un momento de crisis profunda es imperdonable, nos lo han demostrado nuestros «enemigos financieros» y espero que a prendamos a todos los niveles, como país y a nivel personal.
Buen curso a todos y seguiremos en la brecha que la recta final del año promete.