Hace unos días pude acudir a la Caja Mágica para ver el partido Murray – Simon, y durante el mismo en la fila de atrás dos amigos realizaban comentarios de vez en cuando, tanto en relación con el desarrollo del partido como con el comportamiento del público, y ahí es donde me sentí molesto con un comentario que si bien era acertado en su origen, no fue nada afortunado en su desarrollo posterior.
Como sabe la afición del tenis, en un partido no se puede entrar y salir de la cancha excepto en los descansos entre sets o juegos impares, momento en que el público puede entrar y salir de forma rápida y procurando no incidir en el juego, por ejemplo tardando en sentarse especialmente en lo fondos,
El comentario del espectador tuvo lugar como consecuencia de varios espectadores de reservados, que tardaban excesivamente en sentarse, y cuya actitud molestó al citado espectador, llegando a decir que los que no tienen ningún interés por el tenis tienen localidades gratis y los que so aficionados (como él supongo que quería decir) tienen que pagar y tolerar esa chulería.
No discuto que su queja ante el retraso en sentarse de los espectadores que estaban entrando tenía todo el fundamento, pero no es menos cierto que gracias al patrocinio de entidades, que como Mutua Madrileña realizan un esfuerzo económico importante, se puede ver en Madrid un Open incluido en la categoría Master 1000, de máximo nivel. Mi recomendación para ese tipo de espectadores es que piensen un poco antes de expresar en voz alta ciertas opiniones que les dejan a la altura del betún. Por si da la casualidad que lo lee, estaba situado en la pista Manolo Santana, B13-15, fila 10 asiento 4.